No es raro que perros pequeños nos reserven estas sorpresas, pero en su categoría, el Coton de Tuléar es un verdadero fenómeno.
Dentro de ese envoltorio de algodón encontramos un perro cariñoso, fiel y tan inteligente que llega a empatizar con su dueño, le observa, le entiende, le acompaña…. Muchos de sus propietarios comentan una frase con la cual estoy totalmente de acuerdo “Solo le falta hablar”. Algunos de ellos tienen la capacidad de emitir sonidos prácticamente vocalizando para llamar nuestra atención. También están especialmente dotados para escucharnos y así nos lo manifiestan muchos de ellos, ya que si les hablas giran la cabeza para escucharte mucho mejor.
No es de los que pasan inadvertidos. En casa, él guarda su sitio. Dotado de una sociabilidad muy desarrollada, manifiesta sin complejos su gusto por el juego y su afectividad desbordante, haciendo beneficiarios de ésta a todos los que le rodean. Acepta muy bien compartir su hogar con otros perros o gatos u otros animales; no los considera rivales sino hermanos y camaradas de juego. Ocurre lo mismo con los niños a condición de que no lo martiricen.